Según se dio a conocer por los medios de comunicación cariocas, los miles de condones utilizados por los atletas en Río 2016 taparon las cañerías de la Villa Olímpica.
El 21 de agosto, el día en que se apagó la llama olímpica, las tuberías se colapsaron al taparse con los condones usados, pues en lugar de tirarlos a la basura, los condones fueron a dar al inodoro.
El comité rompió el récord de condones entregados en la historia de las olimpiadas llegando a los 450 mil, lo que significó algo así como 42 preservativos por atleta en 19 días de competiciones.
El triple de lo entregado en las olimpiadas previas.
Esta edición fue tal vez la más sexual de las competiciones olímpicas, probablemente por ser en el país del amor, Brasil.
Muchas historias aparecieron, desde las de Usain Bolt en una disco o en una cama con una mujer, hasta una escena captada por la BBC en la playa o la clavadista brasileña que tuvo un conflicto con su compañera por tener relaciones con otro competidor.
Este es el famoso repartidor de condones Eric, su trabajo consistía en cargar esa bolsa llena de preservativos para quien lo necesitara:
Meet Eric, the guy whose job it is to walk around the Olympics with a big sack of condoms
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